La sonrisa de mi papá.
La sonrisa de mi papá.
Mi papá, un gran señor, un personaje.
Sencillo, con gustos refinados, no le gusta usar traje y corbata. Él se siente bien rodeado de gente, siempre tiene una palabra grata para compartir y para hacer reir a los demás, puede bromear con sus dolencias, con su edad y hasta con la muerte, asi es él.
Es un caballero con un gran corazón, un hombre tranquilo en su proceder, con una su mente inquieta y creativa. Acertado, emprendedor como nadie, un comerciante que se convirtió en referencia de 'lo mejor' en mi estado Trujillo. Apacible, con una capacidad de resiliencia admirable, envidiable y ejemplar.
Mi papá, posee una mente avanzada y actualizada, súper inteligente, con dones y habilidades gigantes, es un pensador y tiene una gran capacidad para resolver problemas. Él sin duda es mi héroe.
Cuando pienso en él, pienso en la amabilidad que ofrece a sus personas favoritas, sus clientes. Muchos de esos clientes se convirtieron en sus amigos y algunos en sus hermanos de vida, a quienes realmente quiere.
Recuerdo cuando entraba una persona al negocio de mi papá, él ofrecía lo que vendía con gran habilidad, pero si miro un poquito mas allá de eso, mi papá se ofrecía a si mismo en cada atención, pues él ofrecía su amabilidad y bondad, ofrecía una gran sonrisa. Siempre escuchó con atención las necesidades de su gente, ofrecía su tiempo, honestidad, excelente atención, el respeto a su cliente y la confianza.
Entonces cuando la gente salía de aquel sitio, la mayoria volvía a su casa feliz, con algo entre sus manos, pero también con la sensación agradable de lo que mi papá personalmente les daba, lo podria traducir como cariño, pero es además, la vocación de servicio en el más amplio sentido y significado de la frase en acción, es el plus, lo que no se paga con dinero.
Mi papá siempre ofreció aquello que sólo depende de uno mismo, y que valoro tanto de él.
Cuando yo vivia allá, me encontré con mucha gente que me contaba con alegría y cariño lo que había comprado para su casa, y siempre agregaban un comentario acerca de cómo fueron tratados por mi papá, yo siempre agradecía la compra, y mucho más el comentario.
Ofrecer como regalo a los demás lo que sólo depende de ti, lo que sólo depende de ser una buena persona, es el mejor obsequio que aprendí a dar a los demás. Yo también disfruto ofreciéndolo.
Es parte del legado de mi padre, estoy segura que cada uno de sus hijos lo llevamos con gran orgullo marcado en nuestro corazón, como un sello de tinta amorosa e indeleble.
Orgullosamente hija de Pietro. Gracias
Emilu.
Texto escrito en Agosto de 2020.
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