Aceptar los cambios.

Mi cabello blanco.

Recuerdo cuando comencé a ver cambios en mi color de cabello. Para el momento, no me gustaba. Sentía mucha frustración por no poder controlar ese cambio. 


Un día, mirándome al espejo, entendí que era un proceso irreversible, por lo tanto, inútil sentirme mal. Fue así como comencé a aceptarlo, y fue lo más hermoso que hice por mí en ese momento. Ahora me encanta mi cabello, cada día más blanco.

Entendí que siempre nos estamos transformando: Mi cabello, mi cuerpo y mi consciencia no están exentos de cambios, nada lo está…

Tomar consciencia de ello es lo mejor que nos puede suceder, disfrutar cada proceso, darnos cuenta de que cada época, edad, o década tiene retos, encantos, tristezas, ciclos que abrimos y que cerramos.

Si estoy viva, siempre experimentaré un proceso de cambio, interno y externo. Mis reflexiones cambian, mis intereses cambian, lo que me emociona, mi forma de ver la vida, de disfrutarla, los cambios no se detendrán y eso no lo puedo controlar, pero sí puedo decidir  lo necesito cultivar en mí, para seguir viviendo esos cambios con alegría y confianza. 

Algunas opciones son cultivar las virtudes humanas, el silencio, la espiritualidad, y la consciencia. En la medida en que cultivo esto, mi vida se vuelve más amable y amorosa conmigo misma.

Crecer en consciencia tiene que ver con la actitud que asumo ante lo que vivo, con cómo asumo retos, y eso mejora la visión de la vida. También tiene que ver con lo que me propongo hacer y cómo lo hago. Es aprender lo que me hace bien, es disfrutar, es mirar mi vida con optimismo y sentirme afortunada de seguir viviendo. Es entender que todo es perfecto.

Es asumir la vida como un camino de aventuras, felices, tristes, dramáticas, y seguir siempre dando pasos, enfocándome en el recorrido y no en la meta o el logro, disfrutando el camino lleno de experiencias, y ver en cada una, una oportunidad de crecer, amar, perdonar y evolucionar.

Cuando acepté los cambios en mi cabello, como símbolo visible de otros cambios, comencé a ver belleza en lo transformado.

Sonrío con gratitud a mi espejo, a la vida, por poder experimentar cambios que hacen de mí una persona particular.


No tengo canas, tengo el cabello blanco.


Emilu.

Texto escrito en Marzo de 2021.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La cocina en mi familia

Una vida con sentido.