Caminando

 Reflexiones del camino.

Salir a caminar a 3°C de temperatura, con viento en una mañana húmeda cualquiera, requiere de determinación y compromiso, sobre todo para quien vivió la mayor parte de su vida en el trópico.


Paso a paso, y luego de unos minutos,  la temperatura de mi cuerpo cambia y es necesario quitarme algunos de los abrigos que necesité para salir de mi casa. 

Ahora, continuar la caminata es más agradable. Siento que la naturaleza me sonríe y yo le devuelvo mi sonrisa, agradecida.

Ya en mitad de la ruta trazada, me despojo de algo más de la ropa que me abrigó en la primera parte de mi caminata. Ahora siento mi cuerpo más ligero, y eso me anima a acelerar mis pasos, y eventualmente a detenerme para observar lo que me rodea, la hermosa naturaleza que me abriga con su absoluta sabiduría.

En ocasiones sentimos miedo de emprender un camino en nuestra vida, o un proceso interno de cambios. Dar el primer paso, de cualquier manera, será lo más importante.

Tener la confianza en que, en el camino que emprendemos encontramos las proviciones necesarias, así como también confiar en que nosotros tenemos las herramientas para gestionar lo que nos corresponda vivir en ese camino, hace que el miedo se disipe y nuestras acciones sean más acertadas.  

Despojarme de lo que ya no necesito para seguir mejor en mi ruta, hace mi camino más ligero y amable. Comenzar a descubrir en mi interior eso que en esencia soy, me convierte en una persona más auténtica, lo que me permite seguir creciendo y aprendiendo lo que es necesario para cada etapa de mis procesos. 

La llegada está marcada por la alegría de un logro,  por la certeza de sentirme sostenida en cada proceso, y por la visión diferente de lo vivido.

Si puedo sonreir en el trayecto, sentiré que transito la ruta correcta.

La sonrisa habla de mi corazón agradecido.


Emilu.

Texto escrito en Febrero de 2021.

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