Mis recetarios.

Mis recetarios.

He cocinado por muchos años en mi vida. Con mi mamá aprendí muchísimo, cociné por intuición, por gusto y necesidad.


Alguien me dijo: "Una comida hecha con amor... abre corazones", fué cuando entendí el poder que tiene la cocinera, entonces cociné como bruja o hechicera, hago pócimas mágicas de amor.

Tuve muchos libros de recetas, unos comprados, otros regalados, algunos los heredé de mi mamá, y otros en los que yo escribí recetas que aprendí de otras personas, y también en ellos escribí recetas de mi autoría. 

Los recetarios fueron parte de la infancia de mis hijas,  ellas escribieron en ellos, dibujaron y leyeron recetas que adoraban comer, esto les imprimió un valor incalculable para mi.

Muchos de esos libros los considero un tesoro que dejé cuando emigré. Antes del viaje, los puse frente a mí para seleccionar cual viajaría conmigo, sólo uno me traería. No fue una decisión fácil.

Quería traerlos todos en mi maleta; soltarlos fue un acto poderoso de desapego. 

Mis recetarios representan mucho de mi pasado, mi deseo de aprender a cocinar por pasión, mis ilusiones, el reconocimiento de mis capacidades de creación, organización y servicio, mi más grande intención: ofrecer lo mejor a mi familia y amigos, que se traduce en ofrecer amor a través de la comida, mi referencia del amor de mamá, la historia de mis ancestros amantes de la buena comida, la historia de lo que fue mi negocio...

Podría decir mucho más, sin embargo, lo puedo resumir en la historia de mi vida llena de sabores dulces, amargos, ácidos, combinaciones deliciosas, ensayo, error, satisfacciones, decepciones, alegrías, lágrimas y amor.

No olvido mis recetarios. Ellos pueden seguir siendo una referencia para mis comidas en éste presente diferente, lleno de ingredientes conocidos, ricos, algunos nuevos para mí, que ya he probado, y muchos por descubrir.

Mis recetarios son libros de consulta con recetas de comidas que hice en el pasado. Entendí con ellos que mis experiencias de vida las puedo mirar como a uno de esos libro de recetas,  puedo ir al pasado, mirar lo vivido y lo aprendido para mejorar el presente. 

Así también, en el recetario, puedo consultar alguna receta para hacer algo rico hoy. Puedo consultar, si lo que olvidé fué un ingrediente para una deliciosa preparación, de mi presente pero, finalmente, tanto mi pasado como los libros de recetas vuelven a ese rincón del ayer, que con amor y agradecimiento cierro y guardo.

En mis recetarios, hay recetas que valen el esfuerzo volver a preparar.

Con lo que aprendí de mis recetarios puedo crear comidas nuevas que  sorprendan en el presente y también puedo mejorar para futuras comidas en familia.


Edición por @casi_30. Gracias ❣️


Emilu.

Texto escrito en Octubre de 2020.

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