En las confusiones de mi mente, es mi ego el que se hace presente.


Reflexionando en mi silencio me he dado cuenta lo complejo que es darse a uno mismo lo que esperas que otros te den. Aprendimos a buscar afuera lo que sin reconocer llevamos dentro. 


Andamos en la búsqueda del amor, el mismo que con naturalidad y facilidad expresamos a otras personas, pero no sabemos dárnoslo a nosotros mismos.


Entender que el amor que buscamos es lo que somos en esencia nos debería llevar en forma natural a cuidarnos, amarnos y valorarnos, sin embargo no es así.   Y es esa falta de reconocer el amor por nosotros mismos lo que se describe como un vacío interno que queremos llenar para sentirnos completos.


Buscar afuera desde la necesidad propia nos conducirá al lugar equivocado, porque no hay nada que buscar, solo hay que cultivar el amor por el ser humano que somos y  valorar lo que somos para sentirnos completos, florecidos y en paz.  Entonces desde ese sentimiento amoroso por nosotros mismos atraemos lo que vibre en nuestra misma frecuencia o resuene con nosotros.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

La cocina en mi familia

Una vida con sentido.