Soy una niña

 Soy una niña, una niña grande con experiencias vividas, aprendizajes y  conocimientos. Sigo aprendiendo y  desaprendiendo, sin embargo sigo siendo niña.

Asistí a un taller vivencial donde viví una hermosa experiencia. Estaba ahí sin expectativas, sin saber que pasaría.

En las primeras horas de taller pensaba que estaba repasando conocimientos, que mucho de lo que escuchaba no era nuevo para mí.  Más tarde escuché: el único obstáculo para aprender y experimentar es la creencia de que ya sé, fue ahí que decidí sumergirme en la experiencia, soltarme a sentir, abrí mis ojos y mi corazón a lo que estaba frente a mí, a lo evidente y también miré más allá, a lo no tan evidente, y así me permití sentir.


Entonces abrí mi corazón a lo intangible, me dejé llevar y escuché la información sin juzgarla, en esas pequeñas grandes decisiones me estaba permitiendo rendirme a la vivencia sin esperar nada.


En paz, abierta a sentir con inocencia, llegó a mí un amoroso mensaje.


Frente a mí estaba una joven de hermoso rostro, era la primera vez en mi vida que la veía. Fue ella la seleccionada para experimentar uno de los más emotivos ejercicios que hice, la elegí para representar el papel de mi mamá, y así ella me mostró una cara amorosa de mi mamá. 

Me miró a los ojos, llorando con incontenible emoción y me habló: *Estoy feliz de ver la mujer en que te has convertido, estoy orgullosa de tí, de tus decisiones, determinación y crecimiento*.

Entendí que estaba  recibiendo un mensaje de mi mamá, la bella representante de mi madre así me lo confirmó, su corazón rebosante de orgullo y amor se expresó con lágrimas de felicidad. En adelante todo lo vivido fue amoroso y lleno de gratitud por haber tenido la oportunidad de estar ahí. 


Mi niña interior solo quería estar ahí, abrazada a esa sensación que como niña quería sentir, a esas palabras que como niña quería escuchar.


Sigo siendo una niña que se emociona cuando sabe que es amada, aceptada, valorada y validada.


Ahora el camino hacia mi propia aceptación, valoración, validación y amor es más fácil, es un recorrido por el que ya transité y ahora lo haré con una gran sonrisa, decisión y compromiso conmigo misma.  


Gracias mamá porque cuando vuelves lo haces para manifestar lo que somos, amor. Esa sensación se mantiene en mi corazón, la sensación del amor que deseo transmitir y extender a todos.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

La cocina en mi familia

Una vida con sentido.