Mi nonna Pacua Rosa, historias de familia.

Soñé con mi nonna Pascua Rosa, mi bisabuela paterna. Sé muy pocas cosas de ella, era una mujer grande y fuerte físicamente, le gustaban los gatos, cultivaba la tierra, era abundante y trabajadora, podría decir que fue emprendedora para su época y situación. Ella cuidaba a la familia, a mi nonna Modesta y a mi papá. 


En aquellos tiempos de guerra difíciles para todos, ella fue el sostén de la familia y el apoyo para los suyos. Lo que sé de ella lo ha dicho mi papá, él nunca ha comentado que mi nonna Pascua Rosa haya sufrido o que hizo algún sacrificio, mi papá la observó con su mirada de niño inocente, él sintió su protección y apoyo. 


Hoy cuando pienso en ella y en mi nonna Modesta, puedo imaginar  algunas situaciones difíciles que debieron haber vivido. Cómo pudieron haberse sentido en medio de la guerra, motivo por el cual quedaron sin sus compañeros de vida, mis nonnos.

Los hijos de mi nonna Pascua Rosa fueron a la guerra, puedo imaginar la agustina que sintío día a día, no sólo por estar sola y hacer todo lo que dentro de sus posibilidades estaba para sacar adelante a su familia, sino que tanto ella como mi nonna Modesta guardaron el dolor, el sufrimiento y los miedos, para poder seguir, eso no las detuvo.  Imagino que esas valientes mujeres de quienes yo procedo, le pusieron la cara al miedo, se secaron las lágrimas que involuntariamente corrieron en sus rostros, enfrentaron las circunstancias y siguieron adelante con el corazón roto. No hubo tiempo para vivir duelos, para sufrir ausencias, no hubo a quién reclamar nada, solo hubo una  decisión de seguir como sea,  seguro confiando en Dios y su ayuda.


Mientras escribo parte de mi sueño, puedo sentir la energía de mis nonnas cerca de mí,  puedo percibir el amor que las motivó a continuar, amor por los suyos, por su clan que como heroínas defendieron.


No puedo más que sentirme feliz, honrada y agradecida de mis raíces.

Hoy las honro, manifiesto mi amor y mi gratitud por ellas, entendiendo de dónde vengo, y sintiendo en mi corazón su bendición para seguir adelante con mis elecciones de vida ajustadas a mi realidad. 


Hoy honro a todos quienes hicieron lo mejor que pudieron y supieron hacer, a quienes siguieron adelante aún cargando dolores de la guerra, manifiestos en sus cuerpos.


En honor a mis ancestros cultivo la Paz que habita en mí y extiendo una invitación a todos quienes están leyendo a dar un paso de fortaleza, determinación y voluntad para cultivar la paz que habita en sus corazones como un regalo divino.


La Paz es una cuestión interna, así como también lo es la guerra.


Emilu.


Comentarios

  1. Que bonito...de ti leí ...o me lo contaste ...que tú Nona ...sabía leer y era la que leía las cartas que provenían de la guerra...que no leyó... historias de vida...hoy comentaba en la mesa .. que somos privilegiados...está España tiene su nota sangre...con su guerra civil...y así muchos países que hoy día siguen sufriendo los embates de la guerra....un abrazo y bendiciones

    ResponderBorrar
  2. Gracias por entrar y leer. Escribi sobre mi nonna Modesta, ella leia las cartas que recibian de la guerra las personas de su pueblo, es una historia llena de amor y gratitud. En la guerra nadie gana, aunque si muchos se transforman. Un abrazo

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

La cocina en mi familia

Una vida con sentido.