Estaba distraida
Ayer le dije a una amiga, estás distraída.
Hoy estando de pie cortando ajos para mi comida, su aroma me llevó a mi casa de infancia, a mis vivencias en la casa y familia en la que crecí y me formé.
En un pequeñito pueblo de Venezuela, allí crecí, mis sueños de infancia se quedaron en mi pueblo, pues la vida me sorprendió con diferentes experiencias que no soñé. Hoy con los ajos en mis manos y su aroma impregnado en todo mi espacio reconocí que la distraída he sido yo, la vida en su maravillosa forma de desarrollarse pone frente a mí a las personas que me muestran lo que necesito ver.
Hoy el olor del ajo me despertó del adormecido bucle rutinario en el que caí. Me distraje de la vida que me vive y me rodea, de la experiencia que transito. Me distraje del presente, este presente que hace pocos meses deseaba, planificaba y manifestaba maravillosamente.
Me sorprendí creyéndole al miedo lo que dice y me sorprendí entendiendo que caí en la distracción de desear algo, para luego de obtenerlo tener miedo a perderlo, cuando lo que la vida me invita es a disfrutarlo.
Cuando lo identifiqué, me sorprendí gratamente de lo que estoy viviendo.
Una vez más la vida me invita a confiar en que estoy en el lugar que me corresponde, haciendo lo que también corresponde a mi experiencia y que la vida en su maravillosa sabiduría me apoya siempre.
No hay nada que temer y mucho que agradecer.
Emilu.
Comentarios
Publicar un comentario