Somos.

 Somos seres increíbles, ingeniosos, creadores, fabulosos. Observo las cosas en apariencia simple que podemos lograr  como: hacer un plato de comida rico y además bonito,  también podemos limpiar nuestra casa, ordenarla y decorarla linda para sentirnos bien a partir de una acción sencilla, podemos dibujar y a través de ese dibujo expresar lo que sentimos, pintar un cuadro, componer música, diseñar cualquier cosa, escribir un texto lleno de sabiduría, podemos ser actores, bailarines, cocineros, comediantes, cantantes, deportistas, comunicadores, personas con quienes es un placer sanador estar en presencia, o simplemente Ser lo que somos; seres hechos de amor, sin necesidad de hacer ni ser nada más que eso. 

Podemos sentir, sonreír y acompañar, podemos sentir gratitud y amar, también podemos escuchar, abrazar, guiar a otros desde el amor, llorar de tristeza o alegría;  yo he llorado de impotencia e ira.

Somos capaces de contemplar lo hermoso y valioso,  de emocionarnos por las cosas simples, por la belleza de una rosa, un árbol o un animal,  podemos emocionarnos escuchando música o leyendo y es hermoso reconocer que somos todo eso, simple, bonito, elevado.

Sin embargo nos empeñamos en sufrir, en buscar, rebuscar y encontrar algo que nos conecte con el pasado doloroso, con la sensación de escasez, con lo que no tenemos y deseamos muchas veces ni sabemos para qué,  nos empeñamos en ser pequeños sufrientes, queremos seguir mirando lo que falta, lo que no somos.

Lo mejor que nos puede pasar es agotarnos, sufrir hasta desear soltar las cadenas que nos atan a eso que no somos, a ese engaño que nos lleva por la vida con los ojos tapados a la grandeza que habita en nosotros, a la luz que somos y que hemos ocultado con dolores que ya no tiene sentido mantener en nuestro interior, lo hemos ocultado con resentimiento que nos arruga el corazón y el rostro, también ocultamos la luz que somos con dramas inútiles. 

Ríndete, enciende tu luz, descubre tu corazón, ama, despierta, abre tus ojos, abre tus brazos y recibe con amor y gratitud, descansa, ya basta, vuelve a elegir. 

Siempre podemos volver a elegir.

Emilu.