Una vida con sentido.
Frecuentemente hago una pausa en mis rutinas para hacer un ejercicio de silencio y reflexión, un stop a todas las actividades que llenan mis días. Hoy es uno de esos días en los que reflexiono, cuestiono lo que hago, lo que busco, lo que leo y pienso.
Con mucha frecuencia llegan a mi mente preguntas como: ¿Para qué hago o dejo de hacer algunas actividades?, ¿qué sentido tiene esto para mi vida?. Confieso que algunas de estas veces me siento un tanto perdida y lo que he encontrado es que tengo exceso de información, exceso en mi búsqueda en el afán de aprender cosas nuevas, encontrar sentir y sostener la plenitud y la paz. Y una vez más se hace presente la frase: La vida es más sencilla.
La vida es más sencilla, tener una vida con sentido es más sencillo de lo que tanta información me propone.
Cada individuo que busca va a encontrar sus respuestas personales. A todos nos corresponde vivir una vida con sentido. Sin embargo y de manera general puedo exponer lo que en este momento es para mi tener una vida con sentido.
Una vida con sentido es aquella en la que gestionamos con acierto nuestras emociones, vínculos o relaciones.
Una vida con sentido es amar todo lo que soy, hago y tengo, es amar lo que es.
Es vivir en sintonía con nuestros dones y talentos, y si aun no los descubres, la vida cobra sentido si decides indagar en ello, pues todos venimos con dones y talentos que descubrimos y desarrollamos para nosotros y luego para extenderlos a la humanidad. En esta tarea o intención de compartir, donar o extender lo que se nos da con facilidad y hacemos con felicidad, encontramos sentido para vivir.
La vida también tiene sentido cuando asumimos el dolor que nos toca vivir, cuando lo aceptamos y decidimos seguir transitando la vida en paz, confiando en que tiene un propósito y finalidad que aún no comprendemos. Así desarrollamos la capacidad de integrar la inevitable adversidad que visita nuestra vida. Es lo que define y desarrolla maravillosamente Viktor Frankl en su libro: El hombre en busca de sentido: “El sentido de la vida cuando concurren circunstancias muy adversas y difíciles”.
Vivir una vida con sentido es vivirla en la dirección que te mueve y conmueve, poniendo la fuerza, ternura y el amor que cada experiencia requiere.
El espíritu nos invita a tener una vida significativa, una vida en paz con lo vivido en el pasado. Sanar, trascender, crecer y evolucionar da un sentido maravilloso a la vida.
Le damos sentido a la vida cuando decidimos ofrecerle algo a la vida, enriqueciéndola, dando belleza, entregando lo que sabemos, lo que tenemos en nuestro interior.
El sentido de la vida es recordar nuestro lugar interno que es luminoso, inamovible, eterno y al cual regresaremos.
Un propósito amoroso de la vida es acudir al llamado que se nos hace, a que seamos maestros de gratitud, amor y perdón.
Emilu.
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