Venezuela
En julio pasado, los venezolanos pudieron expresar su rechazo al gobierno actual, esta vez de manera contundente e incuestionable. Sin embargo, quienes han estado en el gobierno por 25 años oprimen al pueblo por expresar su dolor, su cansancio y frustración. El dictador está ejecutando acciones que podría juzgar de terribles. La represión ya había sucedido antes, aunque, esta vez es peor, lo cual hace evidente que ellos saben que Venezuela cambió y logró expresarlo.
El ensañamiento se ha recrudecido, de parte del "gobierno" contra sus propios hermanos venezolanos. Esto es muy doloroso.
La pregunta que según mi óptica cabe hacer es: y nosotros, los que estamos del lado de la oposición, ¿qué sentimos? ¿Odio, frustración, rabia, tristeza, deseo de venganza? ¿Qué es lo que pensamos y sentimos?, ¿qué emoción nos embarga? ¿Hablamos y actuamos desde ese sentir?
Si queremos aportar algo y que esta vez sea realmente diferente, es necesario gestionar y cambiar esas emociones. Sé que no es fácil, sé que para quienes están en el país es mucho más difícil. Aun así, los invito a pensar en que la violencia en nuestra mente nos hace daño a nosotros mismos y a nuestro entorno, no hay pensamientos neutros.
Tomando en cuenta que todo lo que doy es a mí misma a quien se lo doy, podemos decidir dar algo elevado que nos ayude y ayude al país.
¿Qué sucedería si nos atrevemos a hacer las cosas diferentes también en nuestra mente creadora? ¿Y si reconocemos quiénes somos y extendemos verdad, honestidad, coherencia, compasión, claridad, benevolencia y serenidad para todos por igual? ¿Puedes imaginar sentir esa sensación?
Estoy agradeciendo que quienes siguen aferrados al poder se están encargando de empujarnos a abrir los ojos, a entender que cuando el cambio se dé de hecho, todos los venezolanos habremos aprendido a elegir, habremos aprendido que somos hermanos y que la división solo nos separa del amor que somos.
También veremos que nuestro nivel de conciencia será más elevado, que cada uno de nosotros habrá aprendido una gran lección, la cual transmitiremos a nuestros descendientes para trascender el sufrimiento.
Hemos vivido una gran experiencia de mucho dolor, la cual habrá tenido sentido si nos permitimos una transformación unida a un propósito para seguir. Las personas que el pueblo sacó del gobierno de manera cívica, nos mostraron separación, ellos fueron el reflejo de una sociedad que caducó y ahora ellos mismos están logrando la unión de los venezolanos sin distinción alguna. Los venezolanos hoy podemos decidir estar libres de odio y de rencor, podemos reconocer que tenemos la libertad de elegir vivir esta circunstancia desde la paz.
Los venezolanos estamos decididos a ser Luz. Estoy confiada, estoy segura y agradecida porque mi país ya cambio y puedo decir a eso venezolanos que se resisten a ver la luz que somos: Gracias, ya su trabajo terminó y pueden irse en Paz.
Emilu.
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