El conflicto y la paz.

 La paz es sinónimo de unidad, es ausencia de separación. 


Si vemos conflicto afuera es porque dentro de nosotros está la idea de conflicto, que con frecuencia nos negamos a aceptarlo.


La primera acción para comenzar a movernos hacia la paz, es mirar dentro de nosotros mismos, luego pregúntarnos en qué espacios, recuerdos, situación o con cuáles personas no estamos en paz. Observa en qué parte de nosotros, en qué recuerdo de nosotros seguimos sin experimentar la paz que queremos.


No podemos extender la paz si no la conocemos y no podemos conocer la Paz si nos seguimos manteniendo atados a nuestros propios conflictos.

Solo observemos esos conflictos sin rechazarlos, reconozcamos que están dentro de nosotros, para luego darle la bienvenida y aceptarlos.  

Cuando no aceptamos nuestros propios conflictos, estamos creando más conflictos dentro de nosotros.


Los conflictos son la invitación a cultivar mi paz, así que puedo darles las gracias por manifestarse. Les doy la bienvenida no por estar de acuerdo con los conflicto sino porque estoy dejando de luchar contra ellos.


Cuando los reconozco y los acepto les digo que sé que están ahí,  entonces no se manifestarán de manera inconsciente en mis reacciones y decisiones.


Las personas que están en paz, no son las que no tienen conflictos, son aquellas que no le temen a los conflictos que tienen en sus mentes, los aceptan y se dan cuenta que ya no tiene sentido sostenerlos y es cuando la paz los disuelve.


La paz se dará con facilidad cuando tu mente esté lista para recibirla, si la mente está ocupada tratando de resolver conflictos, pues la paz no tiene espacio para manifestarse.


Permitamos reconocer que el conflicto que veo afuera está en mí, aceptemos que tenemos un largo recorrido que hacer para cultivar y sostener la paz, no estamos iluminados, tenemos que seguir día a día, hora tras hora, minutos a minuto. 


Hemos venido al mundo a descubrir la paz que representamos en el mundo.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

La cocina en mi familia

Una vida con sentido.