Amar y ser amada
Cuando vivimos experiencias en las cuales nos hemos sentido heridos, se vuelve una necesidad sanar para seguir el camino con un corazón limpio.
Estoy convencida de que tener una compañía y un cómplice como pareja es parte de lo que enriquece el transitar de la vida. Sin embargo, desde mi óptica y experiencia para llegar a ello se hace necesario desarrollar la capacidad de aprender de la experiencias pasadas, sin permitir que lo vivido haga de ti una persona seca o fría.
También es necesario y valioso aprender a proteger el corazón sin cerrarlo al amor. No perder la capacidad de asombro, ni la ingenuidad, y a su vez desarrollar el discernimiento.
Permitir que lo vivido nos eduque y no nos destruya, es dar permiso para que se dé la alquimia de convertir las heridas en sabiduría, el dolor en poder personal y los errores en correcciones propias. Decidir que los dolores que sentiste sean la semilla de la fuerza, y que a partir de ellos tengas la voluntad de transformarte.
Luego de una experiencia amorosa terminada, si has decidido sanar y abrir tu corazón a una nueva oportunidad, es valioso conocerse y hacerse algunas poderosas preguntas, entre otras: ¿Que te nutre?, ¿lo sabes?, ¿que te agota?, ¿te lo has cuestionado?
Ahora iré a lo que quiero trasmitir; vivir ofreciendo amor desde la abundancia, da la claridad de elegir con quien quiero compartir lo que experimento, lo que hago y en general la vida. Para ello, el primer paso es amarme a mi misma. Luego, decidir aprender a ofrecer amor experimentando conmigo misma la manera de darlo, así como también aprender el respeto por mi misma, para luego compartir con otro lo aprendido.
La validación propia que habla del amor que me profeso, dejará de ser una necesidad que pido a otro que la cubra, lo cual hará que mi relación con otra persona sea una conexión auténtica y genuina.
Antes de exigir a quienes me rodean que cubran los requisitos egóicos que creo que me harán sentir bien, reviso los estándares del alma que he ido afinando a partir de verme con compasión y amor. Si he respondido a las preguntas que mencioné antes, llegaré a saber que esos estándares internos que poseo me harán sentir en paz, valorada y respetada.
Un paso más que ayudaría, sería observar los ideales que he fabricado en mi mente, ésto me llevará a saber si son correspondientes con mi realidad, si los puedo dejar, cambiar o desechar.
El amor se puede medir en lo equilibrado que es o puede llegar a ser el intercambio energético entre dos personas. Entonces iré a comprender algo mucho más sutil: La capacidad de sentir si estoy en una relación donde ambos nos esforzamos por el bienestar mutuo, y donde ambos nos sentimos vistos, valorados y cuidados.
El amor bonito te hace sentir que dar y recibir se siente como un flujo natural, que se da sin esfuerzo y sin sacrificar la esencia propia.
Un amor bueno te hace sentir vivo a través de la paz, entendiendo que la paz es la tranquilidad de poder ser auténtico sin temor al rechazo y a la crítica.
El amor genuino comprende que a través de los años, cambiaremos y nos transformaremos. Esta comprensión nos llevará a ser verdaderos compañeros en esa transformación, entonces podremos tomarnos de la mano para asegurarnos de crecer en la misma dirección, lo que nos hace perder el miedo a que el crecimiento, desarrollo o la transformación podría ser una amenaza o sinónimo de separación y pérdida, lo cual le dará más estabilidad a la pareja.
Es importante saber que, antes hay que atravesar el egoísmo producido por el miedo a perder, y el resultado de ello será una conexión más profunda.
La pareja es para compartir aquello que es más rico y satisfactorio hacerlo junto a alguien, sabiendo que puedo hacerlo solo y, sin embargo, elijo hacerlo en pareja.
Emilu.
Solo verdades, gracias Emi
ResponderBorrar