La sonrisa de mi papá. Mi papá, un gran señor, un personaje. Sencillo, con gustos refinados, no le gusta usar traje y corbata. Él se siente bien rodeado de gente, siempre tiene una palabra grata para compartir y para hacer reir a los demás,  puede bromear con sus dolencias, con su edad y hasta con la muerte, asi es él.

La persona más importante de mi vida. Estar conmigo ha sido lo más importante que he hecho con consciencia en mucho tiempo. Para lograrlo, comencé a reconocerme como la persona más importante de mi vida. Eso ha implicado indagar en mi interior para ser mi mejor compañía, así que decidí cada día ir a mirar adentro de mí. Muchas veces lo intenté sin éxito, lo que me llevó más adentro a preguntarme: ¿Qué es lo que me detiene? 

 Reconociendo mis miedos. Reconociendo mis miedos, miré mi vida en busca de ellos. Agradecida, vi que siempre fui protegida por todos a mi alrededor.

La montaña.  Cuando llegas a donde deseaste llegar y miras atrás los obstáculos superados en el camino, comprendes que había algo mucho mejor a lo imaginado, que la dificultad superada te llevó hasta allí. Las subidas, bajadas, las piedras, etc, son las dificultades del camino, ellas te hacen mas fuerte, además mas cuidadosa de tu cuerpo. Ante las dificultades, tu cuerpo expresa sus necesidades, de fuerza y de voluntad para no retroceder en el camino que conduce a la cima, así comprendes que, lo que te encuentras a tu paso y superas, solo te beneficia.  En el sendero es útil convertirse en un observador que no juzga el camino  ni lo condena, solo lo transita con el corazón abierto. También es útil afinar el oido, para escuchar lo que te impulsa a seguir y no a desistir. No restes tu energía pre-ocupándote de el regreso, ya el camino se convirtió en experiencia y ésta será tu compañía para un buen retorno. Emilu . Texto escrito en Julio de 2020.