Entradas

  Somos el resultado de lo que vivimos. Varias veces en el trayecto de mi vida me he detenido a mirar lo vivido. La primera vez que lo hice fue cuando cumplí cuarenta años, lo hice porque pensaba que esta era la edad en la que debes hacer un balance de éxitos, progreso, realización y resultados del camino recorrido. Esto respondía a una creencia de la sociedad, creencia que me hizo cuestionar lo que había hecho hasta ese momento, me refiero a logros como estudios, dinero, estatus social, negocios, pertenencias, etc.
  El propósito de vida. Por diferentes razones y experiencias, en algún momento nos preguntamos cuál es el propósito de nuestra vida, para qué estamos aquí y muchas veces creemos no tener respuestas.  Indagamos y buscamos encontrarlas en lecturas, en una religión, en cursos, charlas o a través de alguna herramienta, pero afuera cuando, en realidad, las llevamos dentro de nosotros. 

Decisiones

  Decisiones . Cuando mis hijas emigraron de Venezuela me quedé por un tiempo con la sensación de vacío y soledad.
  Pequeños desvíos. En ocasiones he perdido el rumbo que elegí hace algunos años. Antes de elegirlo venía por una ruta en la que transitaba inconsciente, en automático. La vida fue moviéndome a caminos desconocidos, caminos poco transitados, que son mirados con desconfianza y en ocasiones los juzgan como caminos raros por no ser convencionales.