Entradas

Mostrando las entradas de diciembre, 2022

El privilegio de sentir

Sentir   es un privilegio,  te recuerda que estás vivo. Sentir es un privilegio aunque consideremos algunas sensaciones como negativas, todas nos muestran nuestras reacciones ante las situaciones que vivimos, todas hablan de nosotros. Hace unos días estuve frente a una situación de decisión trascendental en mi vida, me sentí como nunca antes, mi corazón estaba acelerado, estaba en presente escuchando de manera consciente lo que la vida me ofrecía. Me permití observar y reconocer cada sensación en mi cuerpo. Pude sentir como se hacía un nudo en mi garganta que no me permitía hablar, también como se erizó mi piel, sentí mi corazón amarrado, estas sensaciones me paralizaron por unos instantes y me sentí abrumada. La sensación se liberó cuando rompí en llanto sin poder detener mis lágrimas.    Pasaron unos minutos para comprender que lo que sentí fue miedo, y algunos días para comprender para qué lo sentí. Hice un recorrido por los miedos que he experimentado, gest...
Perdi mi vuelo. Con una emoción indescriptible abordé el avión con rumbo a América donde me esperaba mi familia. Era un viaje con una escala en Inglaterra. 
  Ver a mi familia y compartir con cada uno de ellos ha sido una gran experiencia,  nutritiva desde todos los puntos de vista. 
El auto bus. Me subí al autobús, en el que solo había un puesto desocupado,  justo el que no me gusta porque voy de espalda a la vía a la que me dirijo.

Nuestro estado natural

  El amor, la dicha y la paz son nuestro estado natural, es nuestra herencia. Esto lo hemos olvidado.
Amor. Si cada uno de nosotros nos preguntamos por qué estamos aquí, la respuesta sería por amor, por amor a Valeria, a Orlando, a ambos. Es la energía del amor la que hizo posible que estemos aquí reunidos. 
Después de 4 años me reuní con parte de mi familia, con mis bases y con mi pilar amoroso, mi papá.  Fueron unos días maravillosos, un regalo amoroso lleno de risas, lágrimas, bondad, entrega, generosidad y gratitud.
  Los regalos que me ofrece la naturaleza. Caminar se ha convertido en una actividad terapéutica y sanadora. Salir a caminar libera mi mente y ordena mis pensamientos. Estar en contacto con la naturaleza me reconecta conmigo misma, hace que vuelva a mi centro. En mi andar ocupo mi mente con reflexiones que generalmente plasmo en mi escritura.
  La rabia y la tristeza fueron un día a una laguna, ambas se quitaron sus ropas y entraron al agua. Al cabo de un rato la rabia con su forma de actuar rápida, ciega y sin pensar salió del agua y sin notarlo se vistió con la ropa de la tristeza, luego cuando la tristeza en su lento y desanimado andar, sin ningún apuro de irse salió del agua no vió su ropa, solo vió  la ropa de la rabia y como no le gusta quedarse al descubierto, se vistió con la ropa de la rabia. Jorge Bucay.